lunes, julio 10, 2006

Expectativas

Las expectativas mías son, quizás, demasiado difíciles de llenar, y eso vendría a explicar del porqué de mi triste pasado.

Ojos grandes, ojos claros, ojos oscuros; tez blanca, o tez morena, acaso tez media; cabello negro, cabello pelirrojo, cabellos dorados, cabellos castaños; narices respingadas, narices aguileñas, narices chatas; grandes pechos, o acaso pequeños, acaso bien formados; piernas largas, piernas cortas, piernas bien torneadas, piernas delgadas. Cada quien define, inconciente o concientemente, una serie de atributos que dan lugar a sus expectativas.

Algunos son más relajados al respecto, conformándose con lo que haya en el camino; otros son más meticulosos, y buscan encontrar el ideal; otros, dependiendo de su situación social, económica y visual, buscan el mejor rendimiento.

Y yo, desde hace mucho tiempo, me pregunto: ¿cuál es mi expectativa? ¿Ojos verdes, ojos azules, ojos negros? ¿Cabellos rizados, o lacios, o chinos? ¿Labios carnosos, labios delgados? Por Dios que no lo sé. Desde hace tiempo que, al igual que muchas personas, ignoro lo que busco. Simplemente, las personas me gustan; así de simple, así de complejo.

A veces pienso, también, que lo que busco es amor, es cariño, es comprensión. Y también pienso que, quizás, tengo tanto miedo de enamorarme que trato de estarlo de personas que aparentan ser todo amor, todo cariño, todas comprensión. Y, heme aquí, que no he podido encontrarla aún. Ya van varias ocasiones en las que he errado en mis decisiones, en las que las personas son diferentes de lo que parecen.

Entonces, vuelvo a la cuestión: ¿qué es lo que busco?

Y a veces, sólo a veces, pienso que talvez debiera cambiar mis expectativas.