domingo, noviembre 17, 2013

Match perfecto.

Bara había estado insistiendo bastante en presentarme a alguien que -según ella- seria un match perfecto para mi. Si, porque aquella chica no era solo bastante linda, sino que tambien era intelectual, era bastante agradable, y finalmente contaba con un gran gusto en la creación artistica (dicha chica le había mencionado su interes en hacer cortos y pequenos videos, ya desde sus tiempos universitarios).

A pesar de mi inicial rechazo ante la idea -inmensa incredulidad-, termine resignandome ante el constante embate del animo de Bara, y acepte, con absoluta falta de entusiasmo -con el animo mas bien por los suelos tras el reciente fiasco de mi relación con Alexandra, quien, poco mas o menos, había roto conmigo para empezar a salir con un muy metrosexual y argentino actor de teatro-. Es que la sola idea de que alguna amistad me buscara candidatas siempre me había parecido profundamente ridícula. Tenia la impresión de que eso muchas veces simplemente no funcionaba, que habían demasiado variables en juego que llenarian de complejidad el asunto, o que sencillamente a veces no existia compatibilidad alguna. Que solamente, a final de cuentas, se generaba tension y ansiedad de mas, junto con falsas esperanzas e idiotas expectativas. 

Bara me habia dicho que tras conocer a esa chica por un par de meses, supo en cierto momento -cual revelación divina, Elias- que ella y yo haríamos una muy bonita, funcional y perfecta pareja -al menos no dijo aquello de 'son el uno para el otro'-. Bara, siendo estrictamente mi amiga -toda vez que todo, absolutamente todo, desde lo real hasta lo platonico, estaba impedido por su muy cursi novio-, me parecia que no podia conocer tan a fondo mis gustos en cuanto a mujeres: el tipo de cosas que detesto en el carácter de ellas, ni de las cosas que pueden volverme loco, o los detalles que pueden acabar por encapricharme.

Mi camarada Osvaldo me dijo dicho que nada perdia accediendo a su deseo, y que "estoy seguro de que alguna vez le gustaste, y quizas le sigues gustando en el fondo, así que debió en algún momento haberte puesto mucha atención, y puede no este errando del todo" (sin embargo, de ser cierto que le sigo gustando, porque me presentaria a esta chica? Osvaldo opinaba que aunque dulce y bien intencionada a primera vista, ella podría estar actuando asi en realidad debido al remordimiento a no haberme hecho caso, a estar conmigo. Bueno, el siempre se inventa cada historia o teoria con tal de justificar la fornicacion, ja).

La cita que me habia dado Bara habia sido para un vernissage en la embajada de *******, un jueves de octubre, a las siete de la noche, para la inauguración de una exposición sobre el arte post-******** nacional (vaya cosa mas generica, en mi humilde y poca informada opinion). Habiéndome instado dos o tres veces a ir bien vestido y perfumado, me puse pantalon, zapatos y camisa negros, y encima un saco color oliva oscuro para verme elegante pero casual.

Llegue un poco tarde, en aquella tarde gris, todavia fria tras la lluvia de la manana. Tras haber llegado al edificio de la embajada, cerca de la plaza vieja, y cruzar el vestíbulo inicial, me di una vuelta por el lugar, observando a venerables ancianos -profesores, artistas o diplomáticos-, hablando cadenciosa y efusivamente sobre alguna tendencia u obra (o que carajos sabia yo). Tambien a algunos personajes jóvenes e intelectuales, que parecían adoptar aires de especialistas. Y finalmente a algunas hombres jovenes, quiza perdidos, que parecían aburridos, distraídos, tal vez habiendo llegado porque había vino o bocadillos gratis, o esperando a alguien mas, o venido simplemente porque estaban cerca y querían hacer tiempo. Pero de mi querida Bara, ni sus luces.

Y yo, que suelo disfrutar el vino -gratis-, y tambien las exposiciones, no pude francamente poner demasiada atención a las pinturas, las fotografias, las figuras abstractas, ni a los cortos que estaban pasando. Porque para mi solo existia la presión y ansiedad y la obligación de venir ante la molesta insistencia de mi dulce amiga, y lo que yo ya vislumbraba como otro momento embarazoso y ridículo en el que habría cero química con la chica que me presentaria (por guapa, inteligente, o agradable que resultara ser).

Tras un rato dando vueltas por el lugar como una mosca, entre la gente, los meseros y las copas de vino, con la impaciencia azuzando mi molestia, y totalmente frustrado por su no-asistencia, me dirigi hacia la salida, lanzando maldiciones en silencio al cielo y a su nombre, cuando senti que me detenían, tomándome del brazo. 

- Manuel! - dijo ella con mucho entusiasmo, perfectamente peinada, con los labios pintados en rojo-rosa, suave maquillaje, ojos cafe oscuros bien abiertos, y sobre todo, una enorme sonrisa. Guapisima.- Perdona, fui a recoger a Maria -
- Si, si, entiendo, no hay problema. Te ves radiante, eh? -sonreí involuntariamente- Y Maria es...- respondi-pregunte, para que mi primera observación no tuviera demasiado peso.
- Es la chica que te quiero presentar. Tuvo un ligero contratiempo, así que preferi ir a recogerla a su hotel, aqui cerca, apenas a un par de paradas de tram-.
- Hotel? - pregunte con sorpresa y escepticismo creciente.
- Si, si, ella no vive aqui, vive en *******, y vino unos dias porque una amistad suya tiene un corto siendo mostrado en esta exposición.
- Y sabemos si esa amistad es, bueno, su novio, o pretendiente quizas? - le digo con tono juguetón, tratando de escapar, viendola sonreir un poco mas, lindisima en su vestido negro, y el cabello recogido en una cola de caballo.
- No, no, esa amistad es una chica. Y no, dudo mucho que esten juntas, jaja. Maria fue precisamente a buscarla, pero en cualquier momento estará de vuelta y te la presento.
- Bara, sabes que te aprecio mucho... -le digo bajando un poco la voz, en plena honestidad, viendola directamente a los ojos- pero me parece muy mala idea todo esto. Ademas, no vive en Praga... Simplemente presentanos, como dos conocidos tuyos, y ya esta. No le habras dicho que le querias presentar a un chico para salir, no? -
- No, no le dije nada a ella. La conozco hace relativamente poco tiempo, asi que no tengo tanta confianza con ella. No pongas esa cara, que por las conversaciones que mantuve con ella, que han sido mas de un par, me quedo claro que ustedes son eso que, como se llama? Ah, si, soul-mates, jaja. Ademas, es bastante bonita. - (Soul-mates. Que idiotez, Bara)

Mantengo mis ojos en los suyos, con expresion de no-te-creo. Ella me responde con expresion y mueca de porque-no. Sonrío solamente. Yo le pregunto entonces si viene su novio, y ella responde que no. Me dice que parezco algo ansioso, abrumado, que me relaje. Me sugiere tomarme una copa de vino. Si, te tomare una, y traere una para ti. Lo siento, se que no quieres tomar, pero te tomaras una al menos. Si, de acuerdo, voy mientras tanto por ellas.

(Bueno, que importa, sere amable. Y ya. Eso sera todo. Platica simple, algunos minutos. Ya. Luego le dire que no somos compatibles. Lo siento, querida, es una chica linda, pero no hay química. Gracias por el esfuerzo, de cualquier forma. Vayamos a cenar, solo los dos. Espero que su novio no se ponga paranoico de nuevo. O le hablare a Osvaldo. Podríamos ir por unas copas a Harleys, o a ...)

Intempestivamente siento que una mirada se posa en mi, y girando la vista hacia la derecha, deteniendome un poco, la veo, sola, desconocida, de cabello castano oscuro, ojos azules profundos, linda, simpatica. Le sonrío sin querer-queriendo. Ella me sonríe de vuelta, con una tonalidad que me sabe a burla amistosa, moviendo su mirada en mi, como si me estuviera reconociendo. Me imagino que es su amiga. Si, es bastante linda en realidad. Mi tipo de mujer, idonea, al menos en lo fisico. Parece agradable ademas, como Bara me dijo. Pero, de verdad, no me siento motivado con el asunto. No, no se...

La chica, sonriendo para si, se da la vuelta, yendo a otra parte del lugar, mientras sigo su figura con mis ojos, con cierta curiosidad. Falda roja, blusa blanca que parece de satin. Algo seria la vestimenta. Pienso que Bara la traerá de regreso, si es que ella, porque no me quedo claro el asunto. Y de pronto siento otra mirada encima de mi, del otro lado, pero apenas por un instante (dos, quizas tres segundos). Me doy cuenta y mantengo alli mi vista. Santa Madre de Dios: lindisisima. Ridiculamente linda. Desconocida numero dos. Lleva el cabello lacio, rubio, por debajo de los hombros, ojos cafe oscuro, casi negros, y va vestida con un pantalon negro de mezclilla, blusa blanca, y un suéter largo, abierto, muy mono, gris. Simple, sencilla, casual pero elegante. Mucha clase, de alguna manera. Quizas es su actitud. O la postura, la forma de pararse. La forma de mover lentamente su vino, en suave pendulo. Segura de si misma, escucha a una vieja elegante y venerable que le habla y le dice no se que cosas.

Vaya, como me gusta. No es demasiado bonita. No es mi tipo, tampoco. Pero que tiene un no-se-que, si, si. Hay algo en ella que me prenda la atencion en forma absurda.  Me encanta. Me imagino que es polaca. Vaya, a ella tal vez si pueda ir a hablarle un poco. Si, lo hare. Me hallo sonriendo tontamente, automaticamente, sin quererlo, apenas dandome cuenta despues de un momento, con mi mirada todavia clavada en ella.

- Manuel? - me dice Bara tocándome la espalda, sonriendo, como de costumbre.
- Creo que me tope con tu amiga, a la que me quieres presentar. - le digo, interrumpiendo mis pensamientos.
- Es linda, eh? - sonríe algo mas, de manera complice, moviendo la cabeza de un lado a otro.
- Si, es bastante linda en realidad, y parece simpatica.... Bara, me vas a detestar, pero -me detengo un poco- me ha gustado algo mas otra chica... Es esa, la que habla ahora mismo con esa anciana, del suéter gris, la rubia. Ya se que vas a decir que...-
- Pero ella es mi amiga Maria! Ella es a la que te quiero presentar! - dice, algo sorprendida, para luego reirse un poco en mi cara. 

Ella. No la otra chica. Justamente ella.

- Jajaja, veo que realmente te ha impactado, eh? Es guapa, te lo dije - me dice Bara, observándome un poco. - Si, y creo que es compatible contigo. Es bastante relajada, divertida, amena. Tiene una platica que te absorbe. En eso me recuerda mucho a ti (sonrío involuntariamente). Me menciono, cuando la conoci, hace dos meses, que era fan absoluta de esas películas francesas, como se llaman? Ah, si "Tres colores", como tu. En general muchas peliculas que me dijiste que te gustaban le gustan a ella. Varias. Y no solo esa artisticas, que tambien adora a Tarantino, y le gusta gusta esa pelicula en la que sale Natalie Portman. "Closer" se llamaba creo (vaya, Bara no es precisamente una conocedora, pero alguna idea tiene, ja).

La observo mientras Bara me dice todo esto. Y aquella chica sigue hablando con esa venerable anciana, que quizas sea la esposa de algun diplomatico, que carajos. Ella sonrie, asiente, responde y le pone bastante atencion. Veo que de pronto parece emocionarse, sonreir, hablandole de algo que seguramente le apasiona.

- Tambien me dijo que le gustan muchos los autores latino americanos, y me dijo que le gustaba Carlos Fuentes, Vargas Llosa, y, algunos otros que me mencionaste, si, lo recuerdo. Te lo juro que lo recuerdo, Manuel, solo que ahora no recuerdo los nombres, ja. Tambien lee algunas cosas que tu andas a veces leyendo. Chomsky, creo. Incluso baila un poco de tango, ja! Y por supuesto, conocerá, me imagino, a ese compositor por el que estas loco, el del acordeón (te refieres a Astor Piazzolla, Baru?).

Me detengo a pensar, a perderme en mi interior, con preguntas, con interrogantes. Que es lo que me llama la atencion de ella? Es tan solo que me agrada esa actitud desinterada, segura, centrada? Es que quizas es tan interesante como Bara dice, y eso, de alguna manera, permea su personalidad, llegando hasta sus movimientos, su forma de pararse, de moverse, de sonreir, de mirar? Quizas es tan solo que viene bien arreglada? Que es, que es?

Veo que ella, la chica carisma y clase, con ese no-se-que que me encanta demasiado, se voltea por un instante, sin darse cuenta de que Bara esta a mi lado, solo viendome a mi, por un segundo y medio, antes de que la anciana le diga otra cosa, tocándole el brazo Y ella sonríe profundamente, no se si de lo que le dicen, o de quizas haber notado mi expresion anonadada, viéndola.

- Sabia que te gustaria - me dice, algo pensativa. - Si, es una buena chica, interesante, y todo lo demas. Siento que son compatibles, como ya te dije. Si, eres un buen chico, y necesitas una chica como ella, un poco alejada de esas chicas con las que siempres sales. Necesitas una chica como ella, un poco mas profunda, un poco mas como tu. Eres lindisimo, y necesitas que te valoren.

Me giro un poco hacia Bara, sonriendole. Esa aseveración habría tenido un peso y un significado distinto en otras circunstancias. Veo que ella me ve con alegria suave. Me toma del brazo, y lo aprieta. Si, supongo que tiene razon. No era eso lo que Jorge me dijo alguna vez alla en Mexico, tan distante de las opiniones y consejos de Osvaldo, mi camarada mujeriego aqui en Praga?

- Aguarda, voy por ella. Se la voy a robar a aquella senora, que si no, quizas nunca la suelte, ja. Ya veras, no te pongas nervioso, solo disfruta.-

Se lanza por ella, y en ese momento las ideas se me van de la cabeza. En ese instante no lo se, pero me doy cuenta luego. Si, de pronto me siento lleno de ansias, y siento frio sudor en la espalda (como cuando me entere de que Miroslava se andaba acostando con Pedro Davide), y pena. Antes de que me de cuenta salgo del edificio de la embajada, a prisa, sin fijarme en todos los turistas que pululan alli, cerca de la plaza vieja de la ciudad.

Me viene a la cabeza la imagen de aquella chica, la amiga de Bara. Maria, si. Que linda, que guapa. Porque huyo? Si, eso es lo que hago. Huyo, como un perro despavorido. Sudo. Transpiro demasiado. No se, de pronto me recuerda a ****. Si, tambien a ella la vi perfecta, con tantas cualidades, tan bella (mucho mas bella, incluso), y tenia ella, en aquel instante, algo que por entonces me volvia loco: ese aire de victima, de necesitar ayuda, cual pajaro con las alas rotas. Si, y me abalance a ella, a ****, para socorrerla, y amarla, y curarla, y cuidarla.

Suena mi mobil. Lo veo, y veo que Bara me llama. Me insiste. Sigue insistiendo. Lo apago. Si, pero ahora Maria, la chica elegancia, la chica carisma, tiene los elementos que mas anoro estos dias. Si, asi. Idealizacion automatica, inconsciente, irracional. No, no, no. No me volvera a pasar lo mismo, que las relaciones a la larga no son lo mio. De cualquier forma, no funcionan nunca. Siempre esta el factor biologico, cuando la sensualidad de pareja se va. Dicen los investigadores que apenas dura uno o dos anos a lo maximo, no? Somos animales al final de cuentas, incapaces de trascender, atados a nuestros instintos. Y luego, las mujeres siempre se van con hombres a los que necesitan cuidar, por cretinos que sean, porque quieren ser sus madres. Como **** con aquel idiota brasileno. Si, por supuesto.

Enciendo de nuevo el telefono, tras quince minutos. 3 llamadas perdidas de Bara, y un mensaje. "Roberto, donde estas? Me ha dicho Bara que eres muy lindo, y que...". No acabo de leer. Lo borro. No, no tiene caso. Siempre es lo mismo. Tantas esperanzas. Tanto para nada. Todo a la basura. No. Es una perdida de tiempo. Suena el telefono. estoy a punto de rechazar la llamada. Es Osvaldo. Contesto. "Roberto! Oiga, le tengo buenas noticias, caballero. Recordara a Jana, la chica de Ceske Budejovice? Me la encontre hace un rato... por supuesto... ya esta, dentro de veinte minutos alli lo espero". Y por supuesto, voy para alla, a alcanzarlo.

Lo mio es la fornicacion casual, si, si, si.