miércoles, noviembre 15, 2006

Cuando las lágrimas no salen

Recuerdo que alguna vez alguien me informó de un suceso completamente lamentable. Yo, que por entonces me hallaba totalmente sumido en la sensibilidad, producto de una serie de desafortunados eventos, fui presa de un gran dolor, que me hizo sentir un estado de desalación absoluta. Mis ideas perdieron su orden, mi cordura de perdió instantáneamente, y simplemente, me llevé las manos a la cara. Estaba destrozado completamente, con las esperanzas deshechas y sueños echados por la borda.

Sin embargo, por alguna razón que desconozco, las lágrimas no hubieron de fluir por mi rostro marchito. Sentía que estaban por salir en cualquier momento, que mi cuerpo manifestaría su aflicción expulsándolas violentamente. Mas nada brotó de mis tristes ojos. ¿Porqué? De verdad que lo ignoro. Quizás fue que me reprimí, quizás fue estaba demasiado aturdido, quizás algo más que desconozco.

Y entonces entendí que, muchas veces, uno puede llorar sin lágrimas, sin que los ojos se hallen húmedos, y a veces, sin que uno parezca lleno de dolor.

miércoles, noviembre 08, 2006

Me imagino

Me imagino tus grandes ojos negros,
clavados en lo profundo de mi pecho,
en una mirada sin velo,
y preciosa, tan cálida como el sol entero.

Me imagino tus dulces labios rojos,
soplándome a mis ojos,
bajando, como el sol de otoño,
hasta de mis labios el arroyo.

Me imagino tu ardiente aliento,
abrazando el alma con recelo,
y al son de las campanas y su vuelo,
haciéndome tuyo, en un beso.

Me imagino la hermosura de tu sonrisa,
cantando en mi oído, cual hermosa lira,
los muestras de amor que habitan
entre nosotros dos, día a día.

Me imagino tus cabellos en mi pecho,
mis brazos rodeando tu cuerpo,
yo amando tu ser interno,
y tú, amando mi corazón desierto.

Me imagino que sólo un sueño,
podría recrear magníficos sucesos,
¡ay!, si tan sólo aquel te fuera ajeno,
si tan sólo no fuera un simple sueño.

miércoles, septiembre 20, 2006

Soledad

Y cuando la noche oscura
con su inarrancable penumbra,
llegue a mi estancia diurna,
no serás una simple pasión absurda.

Y cuando escucho tu claro canto,
que llena todo el espacio,
sé que no estoy solo y platicando,
sino que estoy inmerso en tus suaves brazos.

miércoles, septiembre 06, 2006

Ya tiemblo

Ya tiemblo de dolor
y ya siente mi corazón
que una terrible confesión
me arrebatará la razón.

Ya siento el pésame
para mi amor marchito,
de aquella amiga, que resignada
me dio funesto aviso.

Son mis amigos

Son mis amigos mi fuerza,
mi alegría, mi consuelo,
cuando la tristeza fría
llega funesta a mi vida.

Son sus risas mis risas,
y escucho con mucha alegría
sus bromas cínicas;
son sus carcajadas
brisa que refresca el alma.

miércoles, agosto 30, 2006

Huiré

Huiré a otro país,
huiré de tus cafés pupilas,
y de tu voz preciosa,
de tu presencia toda.

Me olvidaré de tu recuerdo,
no buscando otros besos,
ni otros ojos bellos,
ni tan negros cabellos;
sólo sé que antes de enero
olvidarte por completo deseo.

Amanecer

Ya cantan dulces aves
una dulce canción,
y escucho en la lejanía
de la muchedumbre el clamor.

Yo entonces recuerdo
que la noche recién transcurrida
me trajo malas noticias
¡ay de mí, de mi vida marchita!

¿Qué soñaré?

¿Qué soñaré hoy?
el dolor del corazón
me atormenta con furor;
quiera la noche serena
calmar todas mis penas.

Ella me preguntó

Ella me preguntó
cómo la vida iba;
y le pregunté yo
cómo iba su curso de medicina.

No quería recriminarle
ni tampoco disculparme.

Yo en cambio añoraba
preguntarle por mis errores,
y que ella me confesara
en qué falle entonces.

Y entonces

Y entonces decidí
que mi dolor profundamente
en mi pecho siempre esconderé,
y sus gritos y alaridos
por siempre sofocaré.

Y entonces me di cuenta
de que con amargura
tendría que soportar
el mirarte y escucharte
sin poderte olvidar.

Ayer

Ayer tenía esperanzas,
ayer esperaba tu llegada,
ayer tanto te anhelaba,
¡tanto entonces te idolatraba!

Ayer tan sólo un sueño soñé,
y hoy me dices mi bien,
con tus pupilas cafés,
que no te intereso,
que jamás te interesé.

Resignación

Ven a mí resignación,
que ya no puedo más
con este dolor.

Ven y no tardes
querida resignación;
son tan grandes mis dolores
como antes mis ilusiones.

Juntos compartimos

Juntos compartimos esperanza
de que un mejor mundo llegara,
y luchamos entonces mucho
para que se realizara.

Al fin vimos que en tragedia
tornose la febril esperanza,
pero matarle no quisimos
creyendo que podría levantar las alas.

Me gustaría saber

Mucho me gustaría saber
-diera por ello todo mi ser-,
qué fue lo que en mí viste,
qué fue lo que acaso no percibiste,
que te hizo despedirme.

¿Fue acaso mi inexperiencia?
¿Acaso mi falta de paciencia?
¿Acaso mi torpe inocencia?
¿Acaso para tí mi insistencia?

Tengo las fotos

Tengo las fotos tuyas
guardadas en mi recuerdo,
y también las notas tuyas
clavadas en mi pecho.

Dejaré que el tiempo
haga borroso tu recuerdo,
y pueda entonces
descansar mi ánimo sereno.

lunes, agosto 28, 2006

Me hubiera encantado

Me hubiera encantado
no cometer aquel error,
y así un día,
tras haber visto como el sol
tras las montañas se escondía
tras haber compartido
juntos gran dicha,
a la medianoche fría
le levantaras fría
por funesta pesadilla,
y mencionaras mi nombre,
¡yo entonces te protegería!

¡Si tan solo no pensaras
qué poco soy en tu vida!

Ayer, hoy, mañana

Hace tiempo transido
de dolor el corazón
se hallaba hundido
en gran desesperación.

Hoy se halla dormido
en las esperanzas
de tu amor.

Mañana estará perdido
en gran aflicción,
o acaso fundido
con el éxtasis de tu corazón.

Tu foto

Es tu foto
objeto inanimado
que mueve tanto y tanto
el corazón y el ánimo.

¿Qué no hará tu encanto,
cuando te vea rebozando
de vida y en cambio,
pueda besar tus manos?

Tu recuerdo

Tu recuerdo no me deja,
me asfixia y alimenta
a un mismo tiempo
la vida entera.

Mi leve ánimo

Mi leve ánimo
cautivo de tí es,
y si acaso tú ríes,
yo río contigo, mi bien.

La mañana

La mañana llegará
y mis lágrimas enjugará,
y acaso la felicidad
a mi pecho regresará.

Podría

Podría todo poseerlo:
dinero, fama, placer,
pero gran desconsuelo
tendría por no poderte tener.

Hace tiempo

Hace tiempo que no veía
tus grandes ojos de ninfa,
y heme aquí en agonía,
por que no voltean a verme, niña.

jueves, agosto 24, 2006

Una máscara

Yo usaré en tu presencia
una mascara que representa
mi amistad desinteresada,
aunque la pasión desenfrenada
lleve en el pecho enterrada.

No ignoro

No ignoro que con su experiencia
poca cosa vea usted en mi inocencia;
sepa bien que la vida entera
habré de esforzarme con insistencia
para dejar de lado de usted la idea
de que no puedo quererla como usted desea.

Era aquella amiga

Era aquella amiga
en el amor muy versada,
quien con sus palabras trataba
de convencerme a no entregar el alma.

Y es que ella decía
que loco de amor me volvía
por una bella ninfa,
que podría desdeñar mi compañía,
y ¡ah! caer en terrible agonía.

lunes, agosto 21, 2006

No sé

No sé si lograré conquistarte,
ni sé si podré besarte;
ignoro si llegarás a desearme,
pero sí sé que espero
que si no podemos con pasión amarnos
podamos mirarnos como hermanos.

En este otoño

En este opaco otoño
las enramadas cafés de ven tornar;
en mí en cambio verde
todo se empieza a colorear.

En este triste otoño,
yo te veo regresar,
y en mí la primavera,
acaba de llegar.

No te acongojes corazón

No te acongojes corazón,
que aquella terrible bruma
que insistía en oscurecer la esperanza
ha sido por el tiempo derrotada
y verás finalmente a tu dueña deseada.

jueves, agosto 17, 2006

Tanto miedo

Tanto miedo me infunde
el no poder complacerte,
el no poder llenarte,
el no ser un buen amante.

Tanto miedo me infunde
el no poder conquistarte,
que quisiera arrancarme
de mi pecho y de mi arte.

martes, agosto 15, 2006

Doy gracias

A la vida doy gracias
por la espera por fin terminada
que tanto me laceraba la esperanza,
¡valdrá la pena por tu llegada!

Al tiempo acaso cruel
doy gracias por la rapidez
con que agotó duras horas
que esperaba por verte otra vez.

Me pregunto si acaso
no esto un sueño cruel;
tanta alegría me infunde tu retorno,
tan feliz se halla mi ser.

Tus cafés pupilas

Porque son tus ojos cafés
es el café mi predilecto color,
y si acaso se tornasen verdes,
verde sería mi corazón.

Son tus brillantes pupilas
llenas de cálido fuego,
fuente inagotable de simpatía,
que ponen a mi espíritu sereno.

lunes, julio 10, 2006

Expectativas

Las expectativas mías son, quizás, demasiado difíciles de llenar, y eso vendría a explicar del porqué de mi triste pasado.

Ojos grandes, ojos claros, ojos oscuros; tez blanca, o tez morena, acaso tez media; cabello negro, cabello pelirrojo, cabellos dorados, cabellos castaños; narices respingadas, narices aguileñas, narices chatas; grandes pechos, o acaso pequeños, acaso bien formados; piernas largas, piernas cortas, piernas bien torneadas, piernas delgadas. Cada quien define, inconciente o concientemente, una serie de atributos que dan lugar a sus expectativas.

Algunos son más relajados al respecto, conformándose con lo que haya en el camino; otros son más meticulosos, y buscan encontrar el ideal; otros, dependiendo de su situación social, económica y visual, buscan el mejor rendimiento.

Y yo, desde hace mucho tiempo, me pregunto: ¿cuál es mi expectativa? ¿Ojos verdes, ojos azules, ojos negros? ¿Cabellos rizados, o lacios, o chinos? ¿Labios carnosos, labios delgados? Por Dios que no lo sé. Desde hace tiempo que, al igual que muchas personas, ignoro lo que busco. Simplemente, las personas me gustan; así de simple, así de complejo.

A veces pienso, también, que lo que busco es amor, es cariño, es comprensión. Y también pienso que, quizás, tengo tanto miedo de enamorarme que trato de estarlo de personas que aparentan ser todo amor, todo cariño, todas comprensión. Y, heme aquí, que no he podido encontrarla aún. Ya van varias ocasiones en las que he errado en mis decisiones, en las que las personas son diferentes de lo que parecen.

Entonces, vuelvo a la cuestión: ¿qué es lo que busco?

Y a veces, sólo a veces, pienso que talvez debiera cambiar mis expectativas.