Me hubiera encantado
no cometer aquel error,
y así un día,
tras haber visto como el sol
tras las montañas se escondía
tras haber compartido
juntos gran dicha,
a la medianoche fría
le levantaras fría
por funesta pesadilla,
y mencionaras mi nombre,
¡yo entonces te protegería!
¡Si tan solo no pensaras
qué poco soy en tu vida!
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