jueves, mayo 03, 2007

Cuándo aceptar, y cuándo no (2)

Acerca de lo general.

Mi primera aproximación a ésta idea es en cuanto a lo general: a la sociedad, a las costumbres, a la moral, a la ciudad en la que vivimos, y las personas que en ella viven.

¿Qué cosas cambiar de esta sociedad, de esta ciudad, de este país, y qué cosas no? He allí la cuestión más importante de este rubro.

En el pasado, en mi país -México de mis amores y mis tristezas-, mucha gente se ha acostumbrado tanto, por ejemplo, a la cultura de la tranza de la era del PRI (para el que no lo sepa, es un grupo político que durante varias décadas mantuvo el monopolio del poder, mantieniendo en una deplorable situación al país). Y estan tan acostumbrados, que le ven natural, e incluso, ellos mismos se justifican al hacerlo, declarando que "no hay otra forma en que se hacen las cosas". Una conocida mía, que por cierto estudió algo relacionado a las ciencias políticas, de una gran tradición del PRI en su familia, mencionaba que para ella era de lo más natural "que las élites vivan bien, a costa del pueblo", ya que esa es la forma en que el mundo se mueve, y hay que aceptarlo. Así como ese, muchas personas se han acostumbrado mucho a diversas costumbres que afectan a la sociedad en su conjunto, mas, viéndolas tan arraigadas, no pueden pensar siquiera en la posibilidad de un cambio -que, desde luego, sería muy complicado y tardado, mas nunca imposible-.

Hay, por otra parte, personas que pensamos que las cosas pueden cambiar, o más bien, que deben cambiar. No importa que sean difíciles, no importa que otras costumbres estén tan establecidas, no importa que tome tiempo, quizás décadas, hacerlo. Siempre es necesario, por complicado o tardado que sea.

Desde luego que la cuestión persiste: ¿qué cosas cambiar de la sociedad nuestra, y qué cosas simplemente aceptar?

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