sábado, junio 05, 2010

Fuera de mi control

Manuel acaba su leve risa, dedicada a mí y mi necedad. Mira al infinito, satisfecho, y luego me sonríe de nuevo, con su mirada burlona, haciendo hincapié en que siga su consejo. El consejo de todos, en realidad. Yo levanto mis hombros y mis manos ven hacia el cielo. Digo que es más fácil decir que hacer. Ni digo ni que sí ni que no.

Rubén se acaricia la cabeza, mientras me ve con una mirada que intenta escudriñarme. Me dice que, francamente, no me entiende y no tiene ni puta idea de qué pasa en mi cabeza. Repite una vez más las palabras que ha dicho toda la semana pasada: "Es que no entiendo qué le ves, del porqué le encuentras tan atractiva". Levanto nuevamente los hombros, mientras digo como otras veces: "Francamente lo ignoro". Y es verdad: no puedo entenderlo ni explicarlo.

Ernesto, por su parte, parece distraído leyendo el periódico, mientras el leve bochorno de una noche de finales de primavera nos llega. Contrariamente a lo que yo pensaba, se ha mantenido atento a nuestra conversación, y agrega, sin verme, con sus ojos siempre puestos en las noticias, que siente decirme que ya me lo había advertido, y que necesito fijarme en la cantidad de errores -años- la vez próxima. Como no me ve -aunque los otros sí-, simplemente callo. Callo porque sé mi culpa, porque me lo advirtió de manera constante, y porque soy un pendejo.

María levanta la mirada mientras ve pasar a un mancebo que parece ser de su gusto, luego toma un suave sorbo de su capuccino, y sonriendo de forma acaso comprensiva, me dice que si acaso me quedé viviendo en la década pasada. Me pregunta mi edad, y me dice que necesito asumir mis años. Me siento como un payaso, porque es verdad. Porque necesito buscarme pantalones de mi talla y amores que le queden a mis años.

Todos, por supuesto, hablan y recomiendan. Diez mil consejos por minuto. O quizás más. Opiniones e incomprensiones. Bendiciones y maldiciones. Puntos en contra y más puntos en contra. Y las burlas son todas para mí. Para mi bien. Luego se los agradeceré.

¿Pero es que acaso no he mencionado todo este tiempo que hay cosas que están fuera mi control?

No hay comentarios.: