lunes, diciembre 01, 2008

Te pienso, como no pensé que te pensaría

Pienso en tí, como no pensé que te pensaría. No así, no de esta forma. Supuse que pensaría en ti algún día, tras algunas semanas o meses, pero no de esta forma.

Pensarte, así, sin rencor, sin odio, sin mi orgullo herido, sin tristeza, sin dolor, sin frustración. Tampoco te pienso con esperanza, o con ilusión.

Te pienso, así, cual eras, ni más, ni menos, libre de ataduras, libre de lágrimas que me nublen la mirada. Te pienso así, con esos ojos tan enormes que tienes, con ese lunar en el labio, con esa voz grave que posees. Te pienso, con tus bromas negras, con tus chistes negativos, con tus befas amistosas, con tu inseguridad, con tu reserva, con tus miedos, prejuicios e inconsistencias.

Te pienso siempre viéndote, tal cuál eres, lejos de esas batallas que a través de las palabras, de manera tan férrea, mantuvimos. Te pienso siempre tratando de adivinar qué haces, qué sientes, si me recuerdas, si me detestas, o si extrañas mi presencia. Te pienso siempre, también, preguntándome si estás feliz, o triste, si tus impulsos te traicionan, si tus traumas te condenan. Me pregunto tantas veces, al amanecer, si acaso llegaste a culminar aquellas cosas que siempre juzgué como -me perdonarás mucho- estupideces y chiquilladas.

Te pienso, como ves ya, no como yo lo imaginaba. Te pienso como eres, a veces añorándote, a veces simplemente como un distante recuerdo de un pasado que quiero enterrar. Te pienso, y siempre, al pensarte, me pregunto qué haces en este preciso instante, querida mía.

No hay comentarios.: